yo nací un día que dios estuvo enfermo
césar vallejo
maldito sol
encendés tormentas
en el filo de mi cuerpo
mi corazón salado
nada sabe de barcos
sólo del amuleto abandonado
en la puerta de nadie
del húmedo furor de la palabra
crepitando en la horca
caen días rabiosos
sobre el pan deshecho de la infancia
maldito sol
sumerjo la cabeza
en el hastío de mi nombre
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